En 2018 The Lancet, la principal revista médica independiente del mundo, publicó una serie de tres artículos científicos con el objetivo de presentar una comprensión actual de lo que es el dolor lumbar y su manejo.

Actualmente, el dolor lumbar es la principal causa de discapacidad en todo el mundo. En 2015, 540 millones de personas, en todos los grupos de edad, se vieron afectadas por él. En Europa, el dolor lumbar es la causa más común de baja por enfermedad y jubilación anticipada, lo que lo convierte en un problema urgente de salud pública.

El dolor lumbar es un síntoma, no una enfermedad, y solo una pequeña proporción de personas tiene una causa patológica (fractura vertebral, tumor o infección). Sin embargo, la alta intensidad del dolor inicial, la recurrencia, la angustia psicológica y el dolor acompañante aumentan el riesgo de dolor persistente e incapacitante.

En cuanto a los tratamientos habituales, la evidencia indica que los opiáceos no son efectivos. La cirugía, las pruebas de laboratorio, pruebas de imagen, intervenciones como inyecciones o neurotomías de facetas articulares tiene, en el mejor de los casos, un papel muy limitado. Con este manejo del dolor, el desperdicio de recursos en atención médica y los efectos secundarios sobre los pacientes es evidente. A nivel global su impacto económico es comparable a otras afecciones de alto costo como el cáncer.

Hacer más de lo mismo no reducirá la discapacidad relacionada con la espalda ni sus consecuencias. De hecho, la discapacidad relacionada con la espalda ha aumentado a nivel mundial. Los avances con mayor potencial son aquellos que alinean la práctica con la evidencia, reducen el enfoque en las anormalidades de la columna y aseguran la actividad y la función, incluida la participación en el trabajo. Entre las personas que sufren dolor lumbar son populares, además de la medicina convencional, los enfoques complementarios y alternativos no farmacológicos recomendados, como la manipulación espinal.

La quiropráctica es recomendada para el dolor lumbar, así como otras terapias físicas y psicológicas. Las personas deben recibir asesoramiento y educación sobre la naturaleza del dolor lumbar y radicular; tranquilidad de que no tienen una enfermedad grave y que los síntomas mejorarán con el tiempo.

En esta serie, los autores proponen la adopción del llamado concepto de salud positiva, un enfoque estratégico en el que es necesario el hecho de que las creencias generalizadas e inexactas sobre el dolor de espalda deben cambiar. La capacitación y el apoyo mejorado de los médicos de atención primaria y otros profesionales, entre ellos los quiroprácticos, podría minimizar el uso de atención médica innecesaria.

Son urgentes iniciativas que reduzcan la atención médica de bajo valor y ayuden a los profesionales de la salud  y los responsables políticos a tomar decisiones más acordes con la mejor evidencia disponible. La educación mejorada e integrada de los profesionales podría apoyar la implementación de las mejores prácticas. Ejemplos de dicho apoyo incluyen, los Centros para la Excelencia en la Educación sobre el Dolor en E.E.U.U. y la educación integrada de médicos con quiroprácticos en Dinamarca.

 

Por Isabel Muñoz García / Quiropráctica
Comité científico de la AEQ

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