La profesión quiropráctica nació en 1895 en Davenport (EE.UU). Fue Daniel David Palmer el que realizó con éxito el primer ajuste específico vertebral quiropráctico, corrigiendo el desplazamiento de una vértebra a Harvey Lillard, el primer paciente quiropráctico.
El buen resultado de este ajuste quiropráctico basado en el concepto puramente de restricción mecánica, desató una cadena de investigaciones en Estados Unidos que originaron el nacimiento de la Quiropráctica. El importante crecimiento detectado en Estados Unidos y Canadá y, posteriormente en otros países de Europa y del mundo, se basó en los buenos resultados clínicos y científicos, así como en el apoyo de los pacientes. En los últimos años, esta ciencia ha evolucionado y más allá del concepto primigénio de eliminación de subluxación mecánica y restauración del movimiento de la vértebra y columna vertebral, se contemplan objetivos como conseguir homeostasis, equilibrio y sistema nervioso en interés creciente, por lo que se ha convertido en el objeto de numerosos estudios sobre sus métodos y eficacia.
En la actualidad, la quiropráctica se enseña y practica en todo el mundo. Hoy en día existen unos 90.000 profesionales quiroprácticos repartidos por los cinco continentes. En Europa, las condiciones en las que ejercen la profesión son notablemente diferentes. En Reino Unido, Suiza, todos los países nórdicos, Bélgica, Francia, Portugal, Italia, Chipre, Liechtenstein, Malta y Alemania el quiropráctico trabaja de manera independiente, integrado en el sistema sanitario al nivel de un médico o un odontólogo y sus servicios están total o parcialmente cubiertos por la seguridad social o seguros privados. En otros, como España, donde el reconocimiento de la quiropráctica no está aún realizado, desde la AEQ trabajamos para su regularización como ocurre en los países europeos anteriormente mencionados.